En términos amplios podemos decir que blockchain o cadena de bloques es una tecnología disruptiva que ha venido a modificar el statu quo con el que tradicionalmente venían trabajando diversos sectores. Es una tecnología in crescendo y según MarketWatch tendrá una tasa de crecimiento anual de alrededor del 51% entre el 2016 y el 2022, año en el cual terminará por superar ingresos por 2 billones de dólares.
Blockchain suele definirse como una base de datos consensuada y distribuida en varios nodos de una red; en otras palabras, el blockchain es una tecnología que mantiene registros de datos de forma segura e inmutable, basada en la validación de la información de cada bloque y con un potencial bastante amplio si consideramos que permite transferir datos sin la intervención de terceros o intermediarios, pudiendo ser utilizada en diversas áreas, por ejemplo: salud, legal, educación…
En el Blockchain cada bloque contiene datos codificados de las operaciones que se realizan; asimismo, cada uno tiene un lugar específico e inamovible dentro de la cadena, ya que cada bloque contiene información del hash (código de identificación de cada bloque) del bloque anterior. La cadena completa se guarda en cada nodo de la red que conforma el blockchain, por lo que se almacena una copia exacta de la cadena en todos los participantes de la red.
Conforme se generan registros, estos son verificados y validados por los nodos de la red mediante certificados y firmas digitales para, posteriormente, ser añadidos a un nuevo bloque, el cual, al final, se enlaza a la cadena.
Además, puesto que todos los nodos contienen los mismos datos e información, resulta casi imposible alterarlos, asegurando su integridad, toda vez que, para realizar alguna modificación a los bloques existentes, se tendrían que alterar todos los bloques anteriores (al menos el 51% de los nodos). Si un bloque llegara a modificarse, su relación con la cadena se rompería.
Es necesario mencionar que las transacciones de blockchain no necesitan de la intervención de un tercero que certifique la información, puesto que se encuentra distribuida en nodos independientes los cuales, como ya vimos, la examinan, verifican y validan.
Se ha considerado una tecnología disruptiva porque promete una innovación en el área financiera y comercial, la cual ha sido comparada con la innovación e impacto que generó la World Wide Web. Sin lugar a dudas, es un parteaguas que ha venido a revolucionar el modo de hacer las cosas en diversos sectores, como el referente a los bancos.
Ahora bien, en materia de bancos, es una tecnología disruptiva porque vino a cambiar drásticamente la forma en la cual estaban trabajando; tuvo un impacto directo en las operaciones de activos que tradicionalmente se realizaban con la intervención de ellos como terceros o intermediarios, quienes realizaban y validaban la operación (por ejemplo, una transferencia de dinero), lo que implicaba el pago de comisiones y la dependencia a los mismos.
El blockchain vino a romper este esquema, pues permite el control de las operaciones a los usuarios, sin la necesidad de un intermediario, facilitando las transacciones. Esto obligó a los bancos a actualizarse y a reconocer el potencial que tiene la cadena de bloques, permitiendo, por un lado, envíos de dinero gratuitos e instantáneos, incluso desde el celular, y por el otro, generando un incremento en las inversiones, de hecho, algunos bancos como BBVA, Bankinter y Santander han apostado en dicho sector.
Vale mencionar que, conforme a una encuesta de la consultora Deloitte, el 74% de las empresas consultadas ven en esta tecnología una mejora para sus negocios y planean invertir en ella, mientras que casi la mitad de dichas empresas ya cuentan con alguna implementación de blockchain en su negocio.
Finalmente, destacamos que los usos más comunes se dan en el sector económico, específicamente en el ámbito comercial, por las diversas operaciones que implica, destacando, sobre todo, las constantes transacciones generadas por el comercio electrónico que se han potenciado a raíz de la situación mundial generada por el Coronavirus SARS-CoV-2.
Inteligente, polifacético, competitivo, hedonista y librepensador. Estudioso del Derecho, apasionado por las barras y andar en bicicleta; aprendiz de música y lector divergente. Creo en la esencia y veo al ser como cuerpo, mente, alma y espíritu. Mi frase: "-¿Dónde estás? -Aquí y ahora, -¿Qué eres? -Este momento. Cada momento es único, no hay instantes vacíos." Soc & Danny
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